Actualizado 5 de octubre 2020
Me encanta enseñar Murcia a mis amigos y uno de los sitios donde hay que hacer parada obligatoria es en Pepico del Tío Ginés, me encanta. He ido con una amiga en su primer viaje a nuestra capital y también le encantó.
Creo que no he ido ni una vez a Murcia que no haya pasado en algún momento por Pepico del Tío Ginés. Sus bocadillitos me producen adicción, no lo puedo evitar.
Pepico, José Pérez Peñalver, aprendió el oficio de su padre, el Tío Gines, que tenía una bodega. En 1935 abrió la suya en la calle de las Mulas y enfrente tenía su propio bar. El bar surtía de tapas a la bodega y viceversa. En la actualidad la bodega está en manos de la tercera generación. Al frente se encuentra Guillermo uno de los nietos de Pepico.
Decoración
La decoración de Pepico del Tío Gines es muy sencilla. La sala es alargada y a un lado se encuentra la barra y al otro mesas de madera y piedra de mármol. Los techos tienen vigas vistas y lo que más llama la atención son los toneles situados al fondo y los embutidos detrás de la barra. De las paredes cuelgan fotos de escenas taurinas. En la puerta tienen un par de mesas altas para poder tomar algo al aire libre.
Cocina
Casi todo el mundo identificamos este bar por sus Blayer, unos pequeños panecillos que rellenan de diferentes maneras: sobrasada mallorquina, jamón, salchicha, lomo ibérico, chorizo, queso, atún, anchoas y salchichón. Se pueden pedir de manera individual o un plato con diferentes rellenos. A mi me encantan de atún y de anchoas, los dos que ahora no puedo tomar, así que he tenido que pasarme al de sobrasada y al de salchichón.
La carta incluye otros platos y tapas de la cocina murciana y en Pepico del Tío Gines, me encanta tomar, además de los Blayer, habas tiernas con “atún de ijá” en temporada de habas, salchicha seca y morcillas.
C/ Ruipérez, 4 Teléfono 968 21 12 09 Mapa de situación
- Algunas fotografías son del propietario