Actualizado (post original de 17 de abril de 2019) Los tambores de Mula han sido declarados Bien de Interés Turístico Internacional Ya he habado de los tambores de Mula en mi otro blog “Te Veo en Madrid” pero no puedo iniciar un blog sobre Murcia sin hablar de los tambores de Mula o Martes Santo a medianoche porque es una de las dos noches del año que más me gusta, la otra es la de Reyes.

La tradición

La tradición de los tambores de Mula se remonta, al parecer, al siglo XIX, ya que los primeros textos en los que se habla de ella son de esa época y, es curioso, lo hacen para prohibirla. Sobre cuál es el origen de esta fiesta hay muchas versiones, pero yo me quedo con la de mi abuela “Surgieron para anunciar La Pasión”. Cuando ella vivía, y es la tradición que yo viví en mi infancia, solo se tocaban de Martes Santo a medianoche a miércoles a las dos de la tarde. 

El toque de Mula es único, aunque los tambores se tocan en más de 20 ciudades españolas. No solo la manera de tocar, también la forma de vestirse para hacerlo es diferente en cada sitio, aunque dentro de cada región hay muchas similitudes.

Son las 12 de la noche del Martes Santo

La tamborada de Mula empieza a las 12 de la noche del martes en la plaza del Ayuntamiento. Los tamboristas van llegando ataviados con túnicas negras y capucha, aunque esta ya casi nadie la usa. Unos minutos antes de las 12 se ponen los palillos en alto hasta que el toque de una corneta anuncia el momento de empezar. Comienza un ruido atronador y, para mí, es uno de los momentos más emocionantes del año. 

A partir de ahí, todo el mundo va tocando por las calles que están llenas de bares con barras en las aceras para poder tomar algo mientras tocas. Es el momento de encontrarte con amigos a los que no ves en todo el año. Besos, abrazos y sonrisas, muchas sonrisas, porque es imposible hablar con el sonido de los tambores.

Hace dos años mis hermanas propusieron que subiéramos al castillo a escuchar desde ahí el inicio de la tamborada, fue bonito, pero la emoción que se siente en la plaza no es comparable.

No sé tocar

Yo me pongo mi túnica, pero confieso que no sé tocar el tambor. Tocar lo toco, porque me lo prestan mis amigos y mis sobrinos, pero nunca aprendí a tocarlo bien. Cuando era pequeña, “no era un tema de chicas” aunque no es excusa, algunas de mis amigas lo tocan muy bien. Ahora la fiesta del tambor se ha prolongado y también se toca Viernes Santo desde la mañana hasta la hora de comienzo de la procesión y el domingo todo el día. Cuando vengo a Mula en Semana Santa y vivo todas sus tradiciones me doy cuenta de la suerte que supone tener un pueblo y yo lo tengo, Mula.