Mi madre es rigurosa en el tema de la Cuaresma y Viernes Santo nos invita a comer en su casa potaje de garbanzos y acelgas. Lo prepara con la receta de Dolores, que hace el típico de Mula como nadie, delicioso.
Aunque ninguna señora que cocina bien es aficionada a revelar sus secretos, Dolores me dio hace unos años la receta del potaje para Te Veo en Madrid. Le he pedido permiso para contarla también aquí y me ha dado.
Ingredientes para 6 personas
Para el potaje
- 250 grs. de garbanzos
- 2 manojos de acelgas
- 100 grs. de bacalao
- patata (cantidad al gusto)
- 2 rebanadas de pan frito
- 1 tomate de unos 100 grs.
- 10 almendras
- 1 cucharadita de pimentón
- Aceite y 3 cucharadas de vinagre
- 2 dientes de ajo, azafran, perejil y sal
Para las albóndigas
- 100 grs. de bacalao desalado y cocido
- 3 huevos
- Ajo, perejil, piñones, azafrán, pan rallado
- Zumo de medio limón
Preparación
El bacalao se pone a remojo un día antes para desalarlo, luego se cuece y se desmiga y la noche anterior se dejan en remojo los garbanzos en agua fría.
Se ponen a cocer los garbanzos con las acelgas, durante media hora, en una olla con agua hirviendo. A los diez minutos se añaden las patatas cortadas en trocitos.
Las albóndigas se hacen con los huevos, el bacalao desmigado, el perejil y los ajos cortados muy pequeñitos, los piñones enteros, el azafrán y el zumo de medio limón. Se hacen las bolitas de tamaño mediano, se pasan por pan rallado y se fríen.
En el mismo aceite caliente de haber hecho las albóndigas se fríe el tomate rallado y se le agrega el pimentón, que se incorpora a la olla cuando falten cinco minutos para que estén hechos los garbanzos y las acelgas.
Mientras hierven los garbanzos, las acelgas, y las patatas, se fríen las dos rebanadas de pan y se maja en un mortero el perejil, el ajo, las almendras, el pan frito, una pizca de sal y el vinagre. Tiene que quedar muy desecho. También se echa a la olla a la vez que el sofrito.
Se deja todo junto unos cinco minutos y ya está listo para comer.
Lo suelen hacer el día antes, casi todos los guisos saben mejor al día siguiente de cocinarlos.